lunes, 25 de mayo de 2009

Eryka Badu, la hermana mayor de Amy Winehouse.





















Eryka Badu sigue siendo la estrella indiscutible dentro de esta nueva etiqueta musical que los críticos denominan neo soul, Por mucho que se empeñen algunos en descubrir cada día una nueva estrella dentro de este movimiento, lo cierto es que ni Joss Stone, ni Katie Malua ni por supuesto Alicia Keys se acercan al nivel de está mujer nacida en Texas hace sólo 38 años. Sólo Amy Winehouse con su excepcional primer disco Frank (2003) podría llegar a competir, auque una detenida observación de los trabajos de Badu y Winehouse no hacen más que corroborar lo importante que ha sido la aparición de la primera.


Resulta prácticamente obvio que Winehouse había escuchado con detenimiento la forma de cantar, los arreglos y el estilo de los dos primeros trabajos de Badu, “Baduizm” (1997) y, sobretodo, Mama’s Gun (2000). Los paralelismos existentes entre las grabaciones de las dos artistas resultan evidentes. “(There is) no greater love” de Winehouse tiene de fondo los mismos sonidos que “Orange Moon” de Badu y se ha de decir que dá excelentes resultados en ambos temas. Winehouse utiliza como Badu el crujido que emitían los vinilos al inicio un cada tema (con efectos inmediatos sobre la memoria del oyente adulto; nostalgia) y crea, como Badu, temas compuestos por diversos pequeños tracks que podrían tener entidad propia como canción, pero que se convierten en una pieza más de su entramado musical.


Erykah Badu creció escuchando el soul de los 70. En los años 80 apareció el hip hop y Badu, que en esos entonces era una joven adolescente, sumó todo ello a su bagaje, añadiendo además la influencia que siempre había ejercido sobre ella la interesante voz de la genial vocalista de jazz, Billie Holiday.
Tras cursar estudios de arte, Badu se dedicó a la docencia hasta que en 1994 apareció en un espectáculo de uno de los fundadores del movimiento neo soul, el vocalista y multi-instrumentalista D’Angelo, que en esos momentos estaba presentando su trabajo Brown Sugar (1995). El manager de D'Angelo, Kedar Massenburg, quedó impresionado por la actuación de Badu y la contrató para hacer una versión a dúo del tema de Marvin Gaye y Tammi Terrel "Precious Love". La prueba resultó satisfactoria, Badu firmó con la discográfica Entertainment y comenzó a grabar su debut "Baduizm" (1997) bajo la producción de Kedar Massenburg, y la compañía de uno de los grandes bajistas del jazz contemporáneo, Ron Carter.
El primer single "On & On" se convirtió en un gran éxito a principios de 1997, y en marzo el álbum ya había llegado al número uno. Este primer trabajo de Eryca Badu se caracteriza por su perfecta mezcla de ingredientes, combinando el jazz más tradicional con el soul, (evidentes las influencias de la música de Stevie Wonder durante los primeros 70) , el funk y el rap. Ganó dos Grammy en 1997, uno al mejor álbum de R&B y otro a la mejor interpretación vocal femenina de R&B, por el single "On & On".


Pero lo mejor estaba por llegar y en el año 2000 Erykah Badu presentó su trabajo Mama’s Gun. El disco contiene todos los elementos que ya aparecían en su anterior trabajo pero incluye una dosis más de talento. Contiene composiciones memorables como “Cleva”, “A.D. 2000”, “Orange Moon”, “Bag Lady”, o la impresionante pieza de cierre del trabajo, Green Days de más de 10 minutos (todos ellos interesantes, nada superficial ni arrogante) que nos muestra que Badu se encontraba en un excelente momento creativo. En él colaboraron excelentes músicos como Leonard “Doc” Gibbs a la percusión, Larry Gold al cello o la leyenda de jazz Roy Hargrove a la trompeta y arreglos de viento. Casi nada. Merece la pena que os detengáis un poco a escuchar alguno de los temas contenidos en este excepcional trabajo.






En 2003 editó "Worldwide Underground" ,con resultados artísticos muy inferiores a sus dos trabajos precedentes, y colaboró con diversos artistas como Zap Mama ("Bandy, bandy" en 2003), Roy Ayers ("Searching" y "Everybody loves the sunshine" en 2004) o Sergio Mendes ("That heat" en 2006).
En febrero de 2008 lanzó su último álbum New Amerykah Part One (4th World War) que ha cosechado excelentes críticas y del que os hablaré en cuanto tenga la oportunidad de escucharlo.


Jazzy

miércoles, 20 de mayo de 2009

Jorge Dalto, una carrera demasiado breve.

























Lamentablemente, la carrera del teclista Jorge Dalto fué demasiado breve ya que falleció en el otoño de 1989 trás una dura batalla contra el cáncer. Tenía tan sólo 39 años, pero a tan temprana edad había ya participado en grabaciones de músicos tan incontestables como Carmen McRae, Paquito D'Ribera, George Benson, Grover Washington Jr., Spyro Gyra y muchos, muchos más.


Nacido en Argentina y hijo de músico, Dalto estudió piano desde muy joven.
En 1969 decidió establecerse en los Estados Unidos, trabajando para gente tan importante como Gato Barbieri, Tito Puente o Machito, por sólo citar unos cuantos. Parelelamente, creó, juntamente con Tito Puente, el percusionista Carlos"patato" Valdés y el violinista Alfredo de la Fé, la banda Percussion Jazz Ensemble.






Pero Jorge Dalto no sería conocido hasta su participación como teclista y director musical en uno de los discos más influyentes de toda la historia del jazz, el merecidamente aclamado "Breezin'"(1976) del genial guitarrista George Benson. De hecho Dalto fué fundamental ya que consiguió convencer al productor, nada más y nada menos que el gran Tommy Lipuma, para introducir un tema cantado por Benson. Era un tema de Leon Rusell que se llamaba "This Masquerade" y a pesar de la oposición de Lipuma, que pretendía un disco totalmente instrumental, Dalto consiguió hacer realidad uno de los sueños de la infancia de George Benson: ser vocalista. El tema sería un gran éxito y además ganaría un Grammy. Y Dalto ganaría para siempre la amistad de Benson. Lástima que ese siempre fuera tan corto.


En el siguiente clip de podemos ver una magnífica interpretación del tema "Affirmation" de José Feliciano. El tema fué incluído en el comentado "Breezin" y incluye a todos los músicos que formaban parte de la banda de Benson a finales de los 70 y principios de los 80. Podemos ver a un joven Stanley Banks (que aún acompaña a Benson en sus giras) al bajo y a Harvey Mason a la bateria.
Durante el increible solo de Dalto podremos apreciar claramente la complicidad existente entre este y Benson.






A pesar de la resonancia que tuvo su trabajo en "Brezin'", Dalto tarde en hacer un disco como lider.
A principios de los años 80 crearía la banda Jorge Dalto&Superfriends, con los cuales hizó un par de grabaciones; "Rendezvous"(1983) y "New York Nightlite"(1985). La buena noticia es que esos discos se han reeditado después de estar casi 20 años fuera de mercado. Y lo cierto es que vale la pena revisar la música de Dalto. Comentar que la banda de Jorge Dalto estaba compuesta por gente como George Benson, David Sanborn, Bob Mintzer, Anthony Jackson, Carlos "Patato" Valdés o Steve Gadd.
Un auténtico Dream Team que vale la pena recordar .




Jazzy

viernes, 15 de mayo de 2009

"Powerful People" (1974) y "Storm at Sunup" (1975) de Gino Vannelli, remasterizados.











El sello discográfico inglés BGO Records ha lanzado en elaño 2009 una edición remasterizada de dos títulos claves en la discografía del genio italo-canadiense, Gino Vannelli. Hablamos de "Powerful People" (1974) y el que es probablemente el mejor trabajo de Vannelli hasta la fecha, el inolvidable "Storm at Sunup" (1975).
Vannelli es una figura realmente curiosa dentro de la historia de la música. De entrada es muy difícil de clasificar ya que su estilo oscila desde el jazz hasta el funk o el rock, pasando por el soul, el blues, la bossa y como no, la música clásica, una de las grandes pasiones de este genial vocalista.

Gino Vannelli estudió teoría de la música en la McGill University, en su Montreal natal. Su padre, Russ Vannelli, era un gran aficionado al jazz y al descubrir el talento del joven Gino y también de sus hermanos Joe y Ross, decidió traspasar su afición a sus hijos. Pensó que Gino podía ser un excelente bateria y emular a su ídolo Gene Kruppa y de hecho el aprendizaje de ese instrumento tendría una importante influencia en la música de Vannelli. Pero Gino crecía en una época en la cual los Beatles arrasaban. El joven Vannelli asistía además regularmente a los conciertos de música clásica que se daban en su entorno. Por si eso fuera poco, el jazz-rock estaba empezando a tomar forma y gente como Dave Brubeck o Miles Davis ya eran considerados auténticos fenómenos sociales.

A principios de los 70 otra nueva banda que tenía como lider a un pianista aficionado a los nuevos instrumentos sintetizados que respondía al nombre de Joseph Zawinul, Weather Report, irrumpía también en un mercado musical desbordante de creatividad. Toda esta sucesión de hechos sería decisiva en la creación del estilo Vannelli.

En aquellos momentos, los hermanos Gino y Joe intentaban sin demasiado éxito hacer una primera grabación. Un buen día, hartos del rechazo que habían sufrido por parte de todas las compañías discográficas con las que habían estado en contacto, Gino, guitarra en mano, decidió esperar al reputado productor y trompetista Herp Alpert en el parking de la discográfica A&M Records, propiedad de este. Parece ser que Alpert comprendió que Vannelli iba a tocar aunque se hundiera el mundo y asistió con una sonrisa en los labios al improvisado concierto. Cuando Vannelli dejó de tocar Alpert se acercó y le dijo "Muy bien chico, vas a grabar, y yo voy a producir tu primer disco".

En aquellos momentos Herp Alpert triumfaba con su Tijuana Brass Band y había ganado mucho dinero produciendo a Sergio Mendes & Brasil 66. Resulta pues evidente la influencia de Alpert en el primer trabajo de Vannelli, "Crazy Life" (1973), repleto de ritmos brasileños. La canción que dá título al disco, una preciosa balada con aires de bossanova, es la única pieza aún presente en el repertorio actual de Vannelli y ha sido interpretada en la mayoría de los conciertos del vocalista de Montreal. Una pena ya que el disco contiene varios excelentes temas como "Cherizar", "There's no Time" o "Fling on Mine", entre otros.



El segundo trabajo de Vannelli, "Powerful People"(1974) ya nos muestra algo más de lo que será su discografía. A parte de la exitosa "People Gotta Move", probablemente el peor tema del disco, contiene piezas memorables, como "Powerful People", "The Work Verse" o "Poor Happy Jimmy", en homenaje a Jim Croce, músico fallecido en un accidente de avión. Para "Powerful People", Gino y Joe Vannelli se rodearon de algunos interesantes músicos de su entorno, como el gran bateria Graham Lear o el teclista Richard Baker. Ambos serían poco después reclamados por Carlos Santana para su formación. Parece ser que Santana estaba muy atento ante los trabajos de Vannelli en los primeros 70.

"Powerful people", combina jazz, funk, disco, soul y recoge la atmósfera de lo que será la discografía de Vannelli en los años 70 y principios de los ochenta, un sonido lleno de sintetizadores per no por ello menos cálido. No es el mejor trabajo de Gino, pero anuncia la irrupción de un fenómeno musical alabado y repudiado a partes iguales. La crítica americana es muy poderosa y acepta a duras penas a los músicos no americanos. Para corroborar este punto basta con consultar allmusicguide, probablemente una de las bases de datos musicales más poderosas de Internet, que acusan a Vannelli por que consideran que su música oscila entre lo sublime y lo ridículo con demasiada facilidad, o que sus letras son torpes y estúpidas. Nada más lejos de la realidad.

El siguiente de los trabajos que componen está edición es el clásico "Storm ut Sunup"(1975). Además de los músicos que utilizó en "Powerful People", Vannelli contó con gente de la talla del saxofonista Jerome Richardson, el percusionista Sergio Pastora o el excelente guitarrista Jay Graydon y contiene temas como el brillante "Storm at Sunup" toda una lección de bateria a cargo de Lear con un emocionante sólo de saxo interpretado por una leyenda del jazz como Richardson. Podéis escucharlo a continuación. a continuación.



Comentar que el gran Buddy Rich hizo un cover de la bateria de este tema como homenaje a Lear. O que Richardson, capaz de tocar casi cualquier instrumento de viento, fué el primero en introducir un sólo de flauta dentro de una grabación de jazz concretamente en un disco de Lionel Hamptom a mediados de los años 50. O que la bateria de "Where am I going" ha sido integramente transcrita en la prestigiosa revista "Modern Drummer". Mucho a decir de esta increible grabación. Es de aquellos escasísimos discos en los que puedes poner tu CD (o plato) en la primera canción y olvidarte de la tecla de avance. No será necesario porque disfrutaras todos y cada uno de los temas y cuando el último de ellos, "Gettin' High" acabe, habrás asistido a una lección magistral música.

Absolutamente recomendable.

Jazzy

jueves, 7 de mayo de 2009

Jaco Pastorius, el genio malogrado.

























Jaco Pastorius es, probablemente, el bajista más importante e influyente de la historia del jazz. Nacido el primer día de diciembre del año 51, Jaco siempre fué un hombre de excesos.


Comenzó de muy joven tocando la bateria aunque una lesión de muñeca cuando tenía 15 años le obligó a cambiar de instrumento, decidiéndose a tocar el bajo eléctrico. Esa lesión de muñeca cambiaría para siempre la historia de la música, confirmando que el azar juega casi siempre un papel relevante.
Pastorius, maniaco depresivo y bipolar, siempre fue un perfeccionista, aunque sólo con su instrumento. Su vida personal casi siempre fue un absoluto desastre y las leyendas que de él circulan son innumerables. Desde el acoso al que sometió a Joe Zawinul, lider de Weather Report con objeto de incorporarse a la banda, de la cual era un ferviente admirador, hasta sus incontables peleas en locales nocturnos, una de las cuales le costaría la vida tras sufrir una brutal paliza por parte de un vigilante de seguridad el día 12 de septiembre de 1987. Pastorius estaría 9 días en coma y fallecería el día 21 de ese mismo mes.
De lo que no cabe la menor duda es que Jaco Pastorius es un bajista excepcional que supo demostrar que el bajo no era un simple instrumento de acompañamiento. Os recomiendo escuchéis la que en mi opinión es, sin duda, la mejor grabación de este genio y probablemente, una de las mejores grabaciones de la historia del jazz. Estamos hablando de "Heavy Weather" (1977) . En este trabajo de Weather Report encontaréis dos composiciones de Pastorius que deberían repasar todos los estudiantes y aficionados a este instrumento. Se trata de "Teen Town", pieza que ha recibido innumerables homenajes y "Havona". Absolutamente impresionantes. Las podéis escuchar a continuación.








Os adjunto un post sobre Jaco que he encontrado en la red y que es realmente interesante. La web que lo publica se encuentra en la siguiente dirección.


Durante años se diseminó el falso e ignominioso tabú de que el bajo eléctrico era un instrumento de relleno que servía sólo para acompañar una pieza (que ciertamente tuvo que lidiar, por su "carente expresión", frente al contrabajo -arraigado en el jazz durante mucho tiempo-), pero cuando Jaco Pastorius arrancó los trastes -¡literalmente!-, de su Fender Jazz Bass '62, el bajo de jazz fue reinventado. Pongámoslo de la siguiente manera: el bajo eléctrico era un instrumento plano; Jaco le dio una tercera dimensión, un volumen, una presencia, un carácter melódico, protagónico y, ¿porqué no?, le dio sabor.
John Francis Anthony Pastorius III, mejor conocido como "Jaco", nació el primero de diciembre de 1951 en Fort Lauderdale, Florida. Fue hijo de un baterista de jazz, de quien tomó la pasión por la música desde temprana edad, convirtiendo a la batería en su instrumento principal hasta el día en que, teniendo quince años, sufrió una fractura en el brazo durante una práctica de fútbol americano (Jaco siempre se destacó como atleta y estudiante, comprometido a pleno con todo lo que emprendía). Los compañeros de la banda, para la que era baterista, decidieron "relegarlo", dadas las circunstancias de su lesión, a tocar un viejo bajo eléctrico. La pasión y la intensidad fueron siempre las divisas distintivas en la vida de Jaco hasta el final de sus días: pronto demostraría qué tanto provecho podía sacársele a un instrumento tan "poco expresivo" y tristemente subestimado. A partir de su primer contacto con el bajo, Jaco comenzó a desarrollar una depurada técnica y una confidencialidad estilística que sólo las arduas sesiones de práctica -días enteros-, un verdadero talento nato y una sensibilidad excepcionales, conjugándose, pueden lograr. Pronto el talento de Jaco, de 18 años, había pasado como un valioso secreto a voces entre la escena musical de Fort Lauderdale, habiendo ya tocado al lado de las bandas locales de jazz y funk más fuertes de la localidad. Pero, desafortunadamente, de talento no se puede comer ni pagar rentas, y Jaco, recién casado y con un hijo, decide lanzarse a la aventura con su bajo a cuestas.
Sus trabajos temporales fluctuaron desde toda clase de bandas locales hasta eventuales temporadas con un grupo de soft jazz a bordo de un crucero al Caribe y un puesto de docente en la Universidad de Miami durante un semestre. Jaco había desarrollado ya para entonces todo su arsenal estilístico que le dio fama y lo apartó millas adelante de la media de los bajistas: su atractiva y fluida rítmica funk, el innovador uso de armónicos naturales (sonidos octavados producidos por pulsar una nota mientras la mano izquierda sólo roza la cuerda sobre el diapasón; esta técnica, muy característica de Jaco, se aprecia claramente en la pieza instrumental Portrait of Tracy), su excepcional empleo de acordes, slap con la mano derecha, su técnica quasi virtuosa que, por ejemplo, le permitía tocar una Fantasía cromática de J. S. Bach -como si de repertorio habitual para el bajo se tratase- y el uso de un bajo sin trastes (Jaco tuvo que arrancar él mismo los trastes de su viejo bajo Fender -no es recomendable hacerlo en casa-, ahora es muy común encontrar en casi cualquier tienda de instrumentos un bajo eléctrico de tales características) para producir un sonido más cálido y tener mayor control, más flexibilidad, sobre cada nota. La "gran oportunidad" vino cuando Jaco fue descubierto por Wayne Cochran y fue invitado a formar parte de los C.C. Riders (una banda de funk con fuerte influencia soul de Georgia); posteriormente recibió una propuesta de Epic Records para grabar un álbum como solista (con la colaboración de Herbie Hancock), donde vieron la luz piezas de culto como Portrait of Tracy y Continuum. Sin embargo, Jaco Pastorius no se volvió la "sensación del jazz" sino hasta 1976, cuando ingresó a las filas del famoso grupo de fusión Weather Report (como arreglista, productor y compositor además de bajista), siendo el contrapeso creativo ideal perfecto para Joe Zawinul, dejando asentadas las bases del jazz-fusión para generaciones posteriores. "Tocaba con tal rapidez y fluidez (como ningún otro ejecutante de bajo eléctrico de aquella época)", declaró el propio Zawinul refiriéndose a la ocasión que escuchó, en una grabación, por vez primera a Jaco. La era Weather Report fue sin duda la más fructífera en la carrera de Pastorius, sumando además exitosos proyectos paralelos con gente del calibre de Miles Davis, Mike Stern y Pat Metheny. Pero la vida de Jaco siempre se vio trastocada por ese exceso de pasión y sensibilidad que desembocaron en una tendencia maniaco-depresiva con el paso del tiempo. En las postrimerías de su época con Weather Report, Jaco comenzó a abusar del alcohol y de las drogas -jamás negaba una línea de cocaína cuando alguien se la ofrecía-, precipitando así la caída de su estabilidad emocional de por sí frágil. No son pocas las anécdotas que sobre la falta de cordura de Jaco se cuentan, como cuando fue visto en Tokio, a mitad del tráfico, montar una motocicleta desnudo, o cuando fue sorprendido por los miembros de la banda abofeteando a su hijo sólo por haber desafinado su bajo. A esta altura de su vida, cansado de Weather Report -o ellos cansados de él-, Jaco decide formar su propia banda: Word of Mouth, pero para entonces Jaco estaba a punto de tocar fondo. En los días más oscuros de su vida nuevos, miembros de la banda iban y venían luego de renunciar ante la "actitud poco seria y profesional" del director de 30 años, quien acostumbraba dormir en los parques de Nueva York y mendigaba por las calles para poder comprar cerveza. Algunos amigos y músicos jamás lo abandonaron, trataron siempre de ayudar a Jaco: hospedándolo, prestándole dinero para comer y, en el último intento, internándolo en una clínica. A partir de este momento, Jaco recobró cierto balance, decidió rehacer su vida con la ayuda del tratamiento y medicamentos antidepresivos, optó por dejar las drogas y el alcohol, practicar deportes como en su juventud y volver a su ciudad natal al lado de su madre. No obstante, recayó no habiendo pasado siquiera un año de su última crisis: volvió a dormir en parques luego de vagar sin rumbo durante días enteros y haciendo casi cualquier cosa para mantenerse ebrio. Una noche, luego de causar disturbios en un concierto de Santana, Jaco -completamente borracho- entró a un bar insultando a todo mundo. Un tipo llamado Luke Haven, hijo de la dueña del bar y cinta negra en karate, puso término a la borrachera de semanas de Jaco: lo golpeó sin miramientos hasta el cansancio, pues Jaco jamás opuso resistencia. Pastorius fue recibido en el hospital esa misma noche con severo daño cerebral provocado por la golpiza, el 100% de la visión perdida en un ojo y a punto de perderla en el otro. Estuvo en estado de coma durante nueve días. Murió el 21 de septiembre de 1987. Alguien contó que, en cierta ocasión, estando borracho en un cuarto de hotel, en Boston, Pat Metheny de súbito esgrimió un rictus grave y dijo: "Jaco, hemos sido amigos por mucho tiempo; cuando me llegue la hora... ¿podrías hacerme un último favor?" A lo que Jaco replicó: "Pat, tú has sido mi amigo por años, siempre te has portado de lo mejor; pídeme lo que quieras." Metheny prosiguió ahora con un tono más formal: "mira, en la caja de seguridad del hotel tengo la más grande botella del mejor cognac que hayas probado (de setenta y cinco años); tiene tu nombre escrito. Cuando me entierren, Jaco... ¿podrías vaciarla sobre mi tumba?" Pastorius, contagiado por la formalidad de Metheny, respondió sin dudar un instante: "Pat, sabes que para mí sería un honor cumplir con lo que me pides, pero... ¿te importaría si paso antes el cognac por mis riñones?"
Entre los bajistas, que tomaron el legado de Jaco, destacan: John Patitucci, Abe Laboriel, Gary Willis, Will Lee, Jeff Berlin, Jonas Hellborg, Gerald Veasley, Percy Jones, Marcus Miller y muchos otros de la misma talla.


Escrito por Tryno Maldonado en la web apuntada.

domingo, 3 de mayo de 2009

Marcus Miller, el músico completo.











Marcus Miller nació en Brooklyn el 14 de junio de 1959. Influido por su padre, organista de la iglesia y director del coro, y por otros familiares como Wynton Kelly, pianista que tocó con su ídolo Miles Davis entre finales de los 50 y principios de los 60, el pequeño Marcus se interesa rápidamente por la música. Tanto que con 13 años toca con soltura el clarinete, el piano y el bajo eléctrico.
Al cumplir los 15 ya trabajó como bajista para varias bandas de NYC. como las lideradas por la flautista Bobbi Humphrey o el teclista Lonnie Liston Smith.
A partir de esta experiencia empezó a trabajar como exitoso músico de estudio con gente tan importante por aquellas fechas como Aretha Franklin, Roberta Flack, Grover Washington Jr., Bob James o David Sanborn. Miller acomula hasta la fecha más de 400 créditos en diferentes discos de todos los estilos musicales posibles desde Elton John a Frank Sinatra.
En 1980 Miller decide introducirse en mundo de la producción y lo cierto es que no puede escoger mejor. El trabajo en cuestión se llamaría "Voyeur" y sería, sin duda, uno de los mejores discos del excelente y singular saxofonista, David Sanborn. La relación entre ambos sería muy fructífera y Miller produciría la mayoría de sus mejores discos incluyendo el citado "Voyeur" y el excelente directo "Straight to the Heart" (1982).




En 1981 es contratado por el gran Miles Davis con quien compartiría casi dos años de gira por todo el planeta.
Miller ha mantenido una relación de más de 20 años con el vocalista Luther Vandross para quién ha compuesto alguno de sus más grandes éxitos, incluyendo "It's Over Now" o la premiada con un Grammy al la mejor canción de R&B de 1991, "The Power of Love".
En 1986 colabora de nuevo con su amigo e ídolo Miles Davis. Miller producirá en esta época 3 discos del genial trompetista, entre ellos el clásico "Tutú". También produjo trabajos de gente tan interesante como Al Jarreau, The Crusaders, Kenny Garret o Wayne Shorter.
En 1993 retorna a los orígenes y graba su tercer disco llamado "The Sun don't Lie", un interesante trabajo an el cual homenajea a otro de sus ídolos, el gran bajista Jaco Pastorios. El disco contiene una versión del clásico de Pastorius, "Teen Town", así como un tema llamado "Pastorius" compuesto por el propio Miller. Luego, en 1995, llegaría el aclamado "Tales" en el cual Miller nos daría su particular visión de la evolución de la música negra durante las tres anteriores décadas. En 1997 graba "Life & More" y ya entrado en el nuevo milenio el interesante trabajo "M2" que le reporta un Grammy como mejor disco de Jazz Contemporáneo.
Dice Miller, "me gusta hacer todo tipo de cosas, combinar R&B, Jazz, Funk, hacer bandas sonoras para cine, todo ello con la intención de revelar lo que sucede en el mundo. Sólo intento estimularme para continuar creciendo y ser cada vez mejor".
Chapeao si lo consigue. De momento es, sin duda uno de los mejores bajistas que ha dado la música en los últimos 40 años.

Jazzy

viernes, 1 de mayo de 2009

Jamie Cullum y los críticos de jazz.











Jamie Cullum es ya el artista de jazz inglés más exitoso de la historia. Quizás sea por esta razón que Culum no ha recibido buenas críticas a pesar de que sus dos últimos trabajos Twentysomething y Catching Tales han vendido casi 7 millones de discos y sus conciertos sean, probablemente, los más divertidos y originales que puedas ver en este momento. Estamos ante el mismo problema de siempre. Ya ha pasado en repetidas ocasiones.

En los años 80 se hablaba de Los 3 traidores del jazz, haciendo referencia a tres figuras prácticamente indiscutibles actualmente como son Al Jarreau, George Benson y Grover Washington Jr. Su problema? Simple y llanamente haber decido variar los arreglos tradicionales con el objeto de conseguir llegar a espectros más amplios y, de paso, satisfacer sus gustos personales. Pero para los sesudos críticos de jazz, ahora y siempre, eso ha sido un sacrilegio. No importa el como, pero salirse de las “estrictas” normas del jazz tradicional no parece permitido, al menos si pretendes obtener buenas críticas. Me da la impresión de que en el afán de preservar la estructura musical clásica se olvidan de lo esencial. El jazz, como lenguaje tiene un espectro muy amplio y se encuentra en constante transformación. A diferencia de otras músicas modernas, el jazz es simbiosis. Y Jamie Cullum entiende eso a la perfección. Su voz no es académica, desde luego, pero
canta realmente bien y dispone de muchos y variados recursos para minimizar sus carencias (acaso la voz de Frank Sinatra era excepcional desde el punto de vista técnico?). No es el mejor pianista de jazz, sin duda, (tampoco Jobim es un gran pianista) pero no se trata de eso ya que resulta tremendamente reduccionista concluir que para que un jazzman sea bueno, debe tocar de forma excepcional y tener una voz impecable. La música es un arte, y el arte es para artistas. Un excelente intérprete puede no ser un buen músico y un gran músico puede ser limitado en la interpretación. Cullum es un músico excelente, canta bien, toca el piano a buen nivel y tiene la cualidad de comunicar todo ello de forma impecable. Pero los críticos afirman que Cullum hace demasiadas “monerias” en el escenario, y que lo hace con objeto de ocultar su presunta incapacidad. Y esa afirmación resulta aún más sorprendente ya que los directos de Cullum son realmente fantásticos. No sorprende que Cullum salte por encima de su piano al interpretar su tema “Twentysomething” (link letra), pero para ello debes entender la letra. Tampoco parece que sea una herejía que nos muestre como “samplea” sonidos en directo y los mezcle para componer el ritmo del siguiente tema a interpretar, o que se permita introducir algún track usando las maderas de su piano como percusión, o que baile con los temas más animados, o que se vacíe interpretando “Wind Cries Mary” de Jimi Hendrix y acabe exhausto estirado en el suelo del escenario. Todo ello es espectáculo y no resta ni un ápice a la calidad de su propuesta, bien al contrario, suma, aunque algunos prefieran verlo diferente en aras de la inalterabilidad de aquello que denominan pomposamente “jazz con mayúsculas”.

Lo triste es que probablemente los mismos que ahora afirman sin rubor que Cullum es un producto comercial decidan encumbrarlo dentro de unos años sin siquiera admitir su error. Pasó con los mencionados “tres traidores del jazz”, pasó cuando apareció el Swing y volvió a suceder con el Be-Bop. Pero los críticos (algunos, no todos) no aprenden.

Cullum es mucho más interesante que otros artistas aparecidos en los últimos años y que pretenden compartir el mismo abanico musical. Gente como Diana Krall (con más producción que recursos musicales propios), el propio Michael Bublé o el menos conocido Peter Cincotti, por citar sólo a tres, se mueven ahí, pero ninguno de ellos es tan original e interesante como este inglés nacido en Essex (como Ian Dury) el 20 de agosto de 1979 (aún no ha cumplido 30 años), criado en Wiltshire, a quién Miles Davies introdujo para siempre el gusanillo del jazz.

Quizás no le han perdonado que comenzara su carrera tocando en pizzerías, cruceros o incluso en espacios públicos. O puede que el entorno del jazz se haya aburguesado en exceso. O que los críticos de jazz se quedaran anclados en los años 50. Sea lo que sea lo único que tenemos claro es que vale la pena seguir la carrera de Mr. Cullum.
Escribiremos más sobre él ya que tiene previsto sacar un nuevo disco para este año.
Para abrir boca os recomiendo su concierto grabado el 1 de Julio de 2004 en Blenheim Palace y que podéis ver en Youtube o, lo que es mejor, comprarlo en DVD. Vale tan sólo 10 euros y te hará disfrutar.

Aquí tenéis un pequeño adelanto. Espero que os guste.




Jazzy